Rey de los moriscos
La vida del capitán Alonso de
Contreras es la de un hombre de acción en la España del siglo XVII.
ÉL mismo escribió una autobiografía
que lleva por título: "Discurso de mi vida desde que salí a servir al rey, de edad de catorce años, que fue el año de 1597, hasta el fin del año de 1630, por primero de octubre, que comencé esta relación"
El discurso de su vida es casi la de un personaje literario y de hecho el capitán Alatriste de Pérez
Reverte, toma rasgos de Contreras. Además fue amigo de Lope de
Vega quien escribió una comedia,”El Rey sin reino” que le
dedicó, inspirándose en un suceso ocurrido al mismo Alonso de
Contreras por el cual fue acusado en 1608 de ser el futuro Rey de los
moriscos.
Tras
varios años de aventuras, conquistas militares y de piratería por
el Mediterráneo, Contreras vuelve a España en 1603 y hallándose en
Hornachos (“que toda era entonces de
moriscos, fuera del cura”),encuentra en una cueva armas de guerra
“arcabuces y bolsas con balas”.
Así lo cuenta el mismo Contreras ( Op.cit: Libro segundo capítulo 7, Segunda jornada: "Cueva de armas en Hornachos").
[…]
Pasados
los años, en 1608, Contreras inicia una vida de ermitaño en Ágreda
(frontera de Castilla y Aragón) y es entonces cuando es detenido y,
por el hallazgo de las armas en Hornachos, acusado de ser el próximo
rey de los moriscos.
Así lo cuenta el mismo Alonso de Contreras (Op.cit: Capítulo 9: "Ermitaño" y Capítulo 10: "En que se sigue el levantamiento de testimonio sobre que era rey").
[...]
Después de las peripecias acontecidas por esta acusación, el capitán Alonso de Contreras marcha al reino de Valencia y se reintegra a su tercio de Italia, participando en noviembre de 1609, en el exterminio que se produjo en este último reducto de la sublevación de los moriscos valencianos (lo que con ironía, sarcasmo o cinismo denomina "saquillo") en la Sierra de Cortes y en Laguar. Al respecto escribe:
"El buen comisario andaba fuera de la cárcel y la sentencia de los moriscos se iba fulminando (el echarlos de España) y a mi buscándome, cuando de allí a pocos días, en un saquillo que hubo de unos moriscos en la Sierra de Laguar, me tocó un macho bizarro o mulo de arriero, con que tomé el camino de Albacete y un pasaporte de sargento mayor del tercio, como no tenía plaza y aquel mulo lo había ganado y era mío, con sus señas. Entré en Albacete y vendí el mulo, que me dieron por él treinta y seis ducados, y valía ciento".
Pero estos sucesos de la Sierra de Laguar, en los que participó Alonso de Contreras, merecen una entrada aparte.
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